Relieve funerario de Marco Virgilio Eurisace

El relieve funerario, cuidadosamente restaurado por la Superintendencia Capitolina de Patrimonio Cultural y expuesto desde el 1 de marzo de 2019 en la Sala Colonne, representa a Marco Virgilio Eurisace, un liberto enriquecido de origen griego, y a su esposa Atistia. El relieve es un importante testimonio histórico y artístico de finales de la República, como parte fundamental de la imponente tumba de Eurisace construida poco después de mediados del siglo I a.C. (40/30 a.C.), y desenterrada en 1838 en la antigua ad Spem Veterem, la actual Porta Maggiore, donde aún se pueden ver los restos.

El grupo escultórico surgía originalmente en la fachada oriental de la tumba y muestra los dos cónyuges en una posición frontal, pero con la cabeza mirando el uno hacia el otro como para poner en relieve el vínculo que los unía en la vida. Las figuras destacan del fondo esculpidas casi en redondo; el hombre viste la toga drapeada de la manera típica de los años centrales del siglo I a.C; su rostro sigue las tendencias del retrato republicano tardío, mostrando con crudo realismo los signos del envejecimiento. La mujer, en cambio, está envuelta en la gran capa que lleva sobre la túnica y el retrato evoca el peinado de moda de la época: el pelo dividido por una raya central en bandas laterales y recogido en un rodete alto probablemente hecho con trenzas.

Con ocasión de la restauración se quiso ofrecer una lectura más completa de la obra, devolviendo a la figura femenina la cabeza, robada en 1934. Así, se realizó un rostro de yeso utilizando, por su aspecto e inclinación, las fotografías tomadas antes del robo, cuando el relieve estaba expuesto al aire libre junto a los muros de la Porta Maggiore, en el lugar donde la estación de tren Roma-Frascati habría sido construida en 1856.

El sepulcro de Marco Virgilio Eurisace se salvó de la construcción de los arcos monumentales del acueducto Claudio, a mediados del siglo I a.C., pero fue embarcado en la construcción de las Murallas Aurelianas en el siglo III y definitivamente incorporado a principios del siglo V en el bastión erigido por el emperador Honorio para fortalecer el muro en la Porta Labicana-Prenestina (hoy Porta Maggiore). Muchos siglos después, en 1838, las estructuras atribuibles a la reforma de Honorio fueron demolidas por voluntad del Papa Gregorio XVI y durante los trabajos la tumba de Eurisace fue completamente desenterrada. En aquella ocasión fue diseñada por el arqueólogo Luigi Canina, al cual se debe uno de los documentos más completos.

En la decoración escultórica del sepulcro aún se encuentran referencias a la profesión del comitente como panadero. Los bajorrelieves presiden las distintas etapas de la producción del pan y se sitúan en la parte más alta, mientras que, en la inscripción repetida casi idéntica en los tres lados supervivientes del monumento, en la banda que divide el cuerpo inferior de la parte superior, se recuerda al propietario de la tumba, Marco Virgilio Eurisace.

La sala

En una larga galería se hallan expuestos una serie de retratos datados en el siglo I a.C. con la reproducción de rostros de representantes de las distintas clases sociales.
Esclavos libres y exponentes de la pequeña burguesía aparecen representados solos o en grupos familiares en relieves funerarios esculpidos en la fachada de las tumbas, mientras que la estatua del "Togado Barberini" que culmina las imágenes de los antepasados refleja la pertenencia a una familia patricia.

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