El mosaico de la "Real Casa "

Los fragmentos del mosaico, que datan de mediados del siglo III/principios del IV d.C., formaban parte de un gran mosaico de suelo, que en el momento de su descubrimiento ya estaba afectado por extensas lagunas causadas por la inserción de estructuras modernas que destruyeron parte del suelo. La superficie está totalmente decorada con espirales vegetales que salen de kantharoi, recipientes con asas altas, colocados en las esquinas y en el centro de los lados largos del suelo.
La composición se anima con la inserción de un panel policromado, colocado en posición descentrada. Aquí, dentro de un campo amarillo, se inserta una flor de cuatro pétalos con pequeñas hojas lanceoladas en los espacios entre la composición; una banda separa esta decoración de un marco con un motivo estilizado de hojas de laurel.

La gran sala pavimentada con este mosaico, con una superficie original de 8,40 x 6,70 metros, era la sala de recepción de una residencia noble de la época imperial tardía. En este periodo se prefieren los temas decorativos geométricos o naturales para los mosaicos, mientras que los temas mitológicos y los relacionados con la vida cotidiana, más comunes en periodos anteriores, son menos frecuentes.

La restauración de los mosaicos ha implicado su retirada de la superficie en la que estaban originalmente colocados, una operación siempre traumática, pero necesaria en los numerosos casos en los que es la única solución para preservar unos restos que, de otro modo, estarían destinados a la destrucción debido a las transformaciones urbanas y territoriales. La finalidad de las operaciones de restauración y conservación que se llevan a cabo tras estos hechos es, por tanto, restablecer las condiciones de estabilidad de los tapices de mosaico, que en el momento del desgarro pueden estar dañados por la eliminación del mortero original, con el consiguiente riesgo para la continuidad y la correcta disposición de las teselas. En el caso de los cuatro mosaicos que se restauran en esta ocasión, el estado de los soportes estaba muy afectado por un método de trabajo utilizado en el pasado, según el cual las superficies de los mosaicos se fijaban a nuevos soportes de mortero de cemento reforzados con barras de aleación de hierro.

Las operaciones de conservación se llevaron a cabo en dos fases principales:
1) retirada del soporte de cemento y del refuerzo de hierro;
2) Reconstrucción del soporte de forma adecuada a las normas modernas de conservación. Las operaciones preliminares incluyeron la documentación fotográfica del ante operam, el tratamiento biocida, la limpieza preliminar y la protección de la superficie del mosaico con vendas. A continuación se bajó la regla y se retiraron los hierros. En la fase de recomposición del soporte se colocó una capa de mortero en contacto con la solera de cemento junto a las teselas de mosaico y se colocó un panel de soporte de areolam. Para completar el trabajo, se limpiaron y rejuntaron las superficies de los mosaicos y se aplicó un mortero líquido en los intersticios de las teselas.

Un vídeo muestra las etapas de la restauración.
En la exposición del mosaico de la Real Casa en el Centrale Montemartini, los fragmentos restaurados del suelo, que no encajan entre sí, se han colocado sobre una gran alfombra pisable de leoncillo, donde se reproduce el motivo decorativo del mosaico a escala 1:1. Esta reconstrucción gráfica ofrece al visitante una visión global de la obra, sugiriendo con inmediatez la riqueza decorativa del complejo diseño original con la intención de restaurar lo que se ha perdido irremediablemente.

VISITA MULTISENSORIAL
Con el fin de dirigirse a un público más amplio, se ha creado un panel táctil con leyendas en braille para ciegos y deficientes visuales que completa el aparato didáctico, en el que se reproduce en relieve el motivo floral del panel policromado del mosaico.
La experiencia del visitante se hace multisensorial mediante un código QR aplicado al panel, gracias al cual los visitantes pueden escuchar una pista de audio, una verdadera narración sonora que enriquece y completa la percepción del mosaico expuesto.